¿Alguna vez dejaste de hacer algo que te gustaba? ¿Algún hobby para el que tenías un talento especial? ¿Algún libro que todavía sigue en la estantería con el marcapáginas, justo por el capítulo donde lo aparcaste? ¿Alguna manualidad que no salió como esperabas? ¿O tal vez algún deporte con el que creías que ibas a convertirte en una estrella de la tierra? En estos años yo he dejado de hacer muchas cosas que me apasionaban, por tiempo, por cansancio o, simplemente, porque me convencí a mí misma que no valía para ello. Actividades que me encantaban y que llevaba aprendiéndolas desde que apenas tenía uso de razón, pasaron a un segundo plano cuando empecé a descubrir el mundo de los mayores, a llenar mi cabeza …