Y voy por aquellos lugares que una vez hicimos nuestros, desdibujando cada huella que pisé contigo, borrando los recuerdos que se esconden en forma de polvo entre sus paredes de ladrillo. Paseo por cada uno de sus rincones para demostrarme a mí misma que ya no hay nada entre nosotros, ninguna mota escondida entre alguna cavidad de entre mis costillas. Ya es hora de hacer una limpieza general, de tirar los viejos recuerdos que lo único que hacen es ocupar el espacio de los nuevos que poco a poco empiezo a coleccionar. Al final, te has convertido en una moda pasajera, pero quién me lo iba a decir, tú que te agarraste con tanta fuerza a esos últimos días de verano, yo que alargué lo …