la única revolución posible es la de la palabra. alterar el lenguaje. provocar a través de las formas. cambiar a través de las palabras. cambiar las palabras. cambiarse de palabras. escribir las sin condenar las a existir. guardar silencio. no escribir. blandir las y atravesar al enemigo gramaticalmente sin piedad sin perdón de dios porque dios es palabra y silencio. una invocación del hombre que teme a la oscuridad. al tiempo. que enciende la primera llama y calienta y quema y arde. un adán que cría nerones. el hombre hecho palabra. hecho de mentiras. este poema se levanta sobre mentiras. una construcción sobre lo que crees que digo y en realidad callo. silencio. las palabras enmascaran. ponen ruido sobre lo que no se …
Etiqueta: escritura
¡Amanece Zaragoza!
8:17 a. m. Estoy en un café de la Plaza San Sebastián, creo que se llama Nuevo Olé. No lo recuerdo, cuando he entrado por la puerta todavía arrastraba el sueño que las sábanas no han logrado atrapar esta mañana. Huele a granos de café, a napolitana de chocolate y a un festín de sabores que poco a poco van despertando a mi olfato dormido. Se respira paz, la calma de un amanecer que poco a poco se quita las legañas para despertar a la ciudad que todavía duerme. Dejo mi bolso y mi abrigo en una mesita que hay frente a una ventana con vistas a la fuente. Menos mal que mi padre no me ve, le daría algo si supiese que estoy dejando …
Corazones descosidos y otros breves poemas
Una vez más Engánchame una vez más a tus versos cargados de recuerdos y no me dejes escapar. Atrápame entre esas estrofas que jamás debimos dejar de recitar, las que todavía sigo queriendo escuchar. Regálame tus pausas, tus silencios que gritan verdad. Recuérdame cuando me quede sin fuerzas, sin ganas, con ganas de abandonar. Rásgame una vez más esa canción, la que habla de ti y de mí, de nuestra pequeña historia de amor. Haz que me pierda entre sus notas, que te encuentre entre en la escala que separa tu DO de MI SOL. No te apegues cuando suban mis mareas. No te calles cuando haga temblar tus tierras. No me pierdas, no te marches, intentémoslo una vez más. La caída Un día …
Dame tiempo
¿Qué es el futuro? ¿Las próximas líneas que voy a escribir? ¡Pero si a medida que lo hago estas quedan enterradas en el pasado! ¿No será, entonces, nuestro pensamiento que vuela tan rápido que no nos deja ser conscientes de ello? ¡Pero si es imaginación mientras lo aten las cadenas de nuestra razón! Entonces, ¿qué es el futuro? ¿Dónde está? Si cuando creo que lo alcanzo se convierte en presente y a lo que me descuido se queda en el pasado. Es extraño porque sin llegar a vislumbrar su sombra en la lejanía no dejamos de pensar en él, de intentar adivinar su apariencia tras la cortina de lo desconocido. Casi nos pasamos más tiempo imaginando el cómo será que disfrutándolo cuando toma forma en …
Cuando las palabras se van
Últimamente, siento que estoy en un momento de mi vida en el que no dejo de cruzarme una y otra vez conmigo misma, como si estuviera atrapada en una de las escaleras interminables del surrealista Escher. Subo y bajo sin sentido alguno, desubicándome cada vez más en direcciones que no terminan de llevarme a ninguna parte. Me veo proyectada en todos los niveles posibles, en un sinfín de yoes que imitan cada uno de mis gestos, que están repartidos en pasado, presente y futuro, repitiendo, haciendo o a punto de cometer los mismos errores en los que caí yo. Por más que huya, aquí y allá estoy, sin terminarme nunca de recorrer, sin dejar de verme mire al lugar que mire. No puedo evitar observar …
La ridícula idea de no volver a verte
Hace unos días conocí a la maravillosa Rosa Montero y no, no es que me cruzara con ella por la calle o quedáramos a tomar un café, fue algo mucho más íntimo y prolongado, ya que tuve el magnífico placer de toparme con sus #Palabras. Rosa Montero es una reputada periodista española, además de una escritora con un innegable talento para leer y retratar a las personas, una capacidad que le facilita la compleja labor de conectar con el lector y transportarlo con su don de la #Palabra hasta donde ella quiere. Y eso mismo me ocurrió a mí cuando me adentré en las páginas de La ridícula idea de no volver a verte, sentí como me ataba con delicada firmeza a cada una de …
Día uno sin ti.
Todavía no entiendo cómo pueden seguir saliendo tantas lágrimas de mis entrañas, ni la facilidad con la que me he acostumbrado a tener la cara mojada. Tu luz ha dejado de reflejarse en mis mareas y ahora sales a borbotones de mis venas. Te llevas cada gota del aire con el que me llenaste, me asfixias sin quererlo, mi vida, y ya sé que tú no quieres hacerlo, pero me he hundido tanto en este dolor que oprime que he perdido la capacidad de volver a salir a la superficie. Desconocía que, en su transcurso por el espacio, el tiempo se parara para dejarte llorar, que un minuto pudiera pesarte tanto, hundirte tanto y atravesarte tanto. Desconocía que el reloj se te quedara mirando, inmóvil …
¿Qué es lo que tienes, Septiembre?
No sé qué es lo que tienes, Septiembre, para deprimir tanto a la gente. Tal vez sea que tus primeras semanas son las fechas fronterizas que separan el idilio del verano de nuestra caída inminente en el quehacer de las obligaciones; o quizás sea que el sol está de resaca postvacacional y se va a casa antes, por fin ha comprendido que Sempiterno no existe y que, a pesar de tener una plaza fija en las alturas, colisiona contra el suelo como el más común de los mortales, ha visto que las estaciones pasan, y que el verano es un amor pasajero que se baja antes de llegar a la última parada. No sé si será que el calor ha quemado todas las energías que …
En las vías que nos perseguían
Hay susurros que todavía me persiguen por los andenes que una vez nos lanzamos a explorar. Andenes que ya no tienen propietario ni destino, que han quedado enterrados bajo el polvo de sus estaciones. Sí, aquellas estaciones por las que un día caminaron tantos hombres, algunos que iban de paso y otros que volvían para quedarse. Viejas huellas de pisadas ajenas vuelven a aparecer bajo sus polvorientas capas, aquellas que tanto me esforcé en ocultar y que tan caras me salieron. Están impresas con fuerza, como el quemazón de un hierro candente sobre la fragilidad de una piel que no acostumbra a sufrir… Todavía duelen. Notas profundas y graves se escapan de trenes abandonados que jamás volverán a ser usados, componiendo la melodía principal de …
Nuevas cicatrices
Y voy por aquellos lugares que una vez hicimos nuestros, desdibujando cada huella que pisé contigo, borrando los recuerdos que se esconden en forma de polvo entre sus paredes de ladrillo. Paseo por cada uno de sus rincones para demostrarme a mí misma que ya no hay nada entre nosotros, ninguna mota escondida entre alguna cavidad de entre mis costillas. Ya es hora de hacer una limpieza general, de tirar los viejos recuerdos que lo único que hacen es ocupar el espacio de los nuevos que poco a poco empiezo a coleccionar. Al final, te has convertido en una moda pasajera, pero quién me lo iba a decir, tú que te agarraste con tanta fuerza a esos últimos días de verano, yo que alargué lo …