Nadie. Nada. Nunca… nos separará

Christine Almeda Pin it

El otro día, tras ver El secreto de Marrowbone, estuve reflexionando acerca de la importancia de la familia, ese pilar indispensable que tú creas – sí, porque al final la familia son las personas con las que uno elige compartir su vida – y que te va a acompañar tanto en tus buenos momentos como, especialmente, en los malos. Para todo aquel que me conozca o haya hablado conmigo lo suficiente como para que les haya contado alguna anécdota de los dos monstruitos que tengo en casa, se habrá dado cuenta de que mi familia es un pilar indispensable en mi vida, gracias a ellos soy como soy y estoy aquí contigo. Sin embargo, hoy vengo a hacer una reflexión de las dos personitas más …

Mi barco y yo

Ivan Aivazovsky Pin it

El agua del mar se reflejaba en sus ojos color salitre, siendo dos tormentas grises que ningún marinero se atrevía a escrutar. La espuma que chocaba contra la popa, se quedaba atrapada en su espesa y andrajosa barba gris en pequeños copos de nieve. Estaba mordiendo su pipa con gesto nervioso, sin embargo, su mirada retaba a la misma muerte. El viento soplaba fuertemente, haciendo avanzar a la colosal nave a un ritmo muy lento y perforando las ya desgastadas velas blanco roto, las cuales colgaban como una fila de trapos sucios. Los cabos se escapaban de sus nudos, mientras que los marineros rodaban de un lado a otro del barco como barriles de pescado. La tempestad atacaba el frente del enorme navío, al mismo …

Dibujos sobre arena mojada

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Podía sentir el agua del mar rozando mis pies desnudos, su ir y venir sin fin. Podía hundir mis dedos sobre la arena mojada, levantando pequeños bloques de arena compacta. El sonido de las olas ocupaba todo mi campo auditivo, era como llevar cascos conectados al dispositivo mar. Lo mejor era sentir el calor del sol bañando mi rostro, con ese calor único del atardecer de agosto, suave y tostado, delicado y dulce, como un amante cuidadoso. Me encantaba extender los brazos y sentir la brisa marina sobre mi piel, haciendo bailar mi vestido azul a su son, besando aquellas partes quemadas por el calor del sol, despeinando mi ya desordenada larga melena morena. Podía estar con los ojos cerrados y sentir todo eso, no …

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